Category: Adolescentes

  • La salud mental en los jóvenes LGBTI

    La salud mental en los jóvenes LGBTI

    Los jóvenes LGTBI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intersexuales) merecen crecer y desarrollarse en un entorno seguro y acogedor que promueva su bienestar mental y emocional, donde puedan expresarse libremente y ser aceptados tal como son. Desafortunadamente, la discriminación y la falta de comprensión aún persisten en nuestra sociedad. Como padres, educadores y miembros de la comunidad, es nuestra responsabilidad construir un entorno seguro que fomente la aceptación, el respeto y la igualdad para todos. Desde la salud mental, es nuestra obligación ayudar a construir un ambiente terapéutico seguro y comprensivo donde los jóvenes LGTBI se sientan aceptados. En este artículo, exploraremos cómo podemos, entre todos, crear un entorno seguro y libre de prejuicios para estos jóvenes.

    Apoyo emocional y redes de apoyo

    Los jóvenes LGTBI a menudo enfrentan desafíos emocionales y sociales debido a la discriminación y el rechazo. Es esencial proporcionarles un apoyo emocional sólido y conexiones con redes de apoyo. Esto puede incluir la disponibilidad de psicólogos/as especializados/as en salud mental LGBTQ+ y grupos de apoyo donde puedan compartir experiencias y encontrar solidaridad. Además, es importante que los jóvenes tengan acceso a recursos y organizaciones comunitarias que brinden apoyo y orientación específica para ellos.

    El papel de los padres y familiares de los jóvenes LGTBI

    El papel de los padres y familiares es crucial en la educación y el apoyo de los jóvenes LGTBI. Algunas pautas que pueden ayudar a los padres y familiares en esta labor son:

    1. Educación y comprensión: Los padres y familiares deben educarse sobre la diversidad sexual y de género para comprender mejor las experiencias y desafíos que enfrentan los jóvenes LGTBI. Esto implica aprender sobre terminología, conceptos y cuestiones relacionadas con la identidad de género y la orientación sexual.
    2. Comunicación abierta y respetuosa: Es fundamental establecer una comunicación abierta y respetuosa con los jóvenes LGTBI. Los padres deben crear un ambiente seguro donde los jóvenes se sientan cómodos para expresar su identidad y orientación sexual. Escuchar activamente, validar sus sentimientos y mantener una actitud de aceptación pueden fortalecer el vínculo familiar.
    3. Apoyo emocional: Los jóvenes LGTBI necesitan el apoyo emocional de sus padres y familiares. Esto implica demostrarles amor incondicional, comprensión y aceptación. Los padres deben estar dispuestos a brindar apoyo en momentos de estrés, ansiedad o confusión, y buscar formas de fortalecer la autoestima y la resiliencia de sus hijos.
    4. Revisar y desafiar prejuicios y estereotipos: Los padres y familiares deben examinar y cuestionar sus propios prejuicios y estereotipos con respecto a la orientación sexual y la identidad de género. Esto implica desafiar los estereotipos negativos, promover la igualdad y la inclusión, y tratar a todos los miembros de la familia con equidad.
    5. Acceso a recursos y apoyo: Los padres deben proporcionar a los jóvenes LGTBI acceso a recursos y apoyo, como grupos de apoyo, organizaciones comunitarias y servicios de salud mental. Estas redes de apoyo pueden ayudar a los jóvenes a conectarse con otras personas que comparten experiencias similares y brindarles un espacio seguro para expresarse y encontrar orientación.
    6. Abogar por la igualdad y la inclusión: Los padres y familiares pueden convertirse en defensores de la igualdad y la inclusión de los jóvenes LGTBI en la sociedad. Esto implica abogar por políticas y leyes que protejan los derechos de las personas LGTBI y trabajar para crear entornos seguros y acogedores en la escuela, el trabajo y la comunidad en general.

    Algunas recomendaciones para que los jóvenes LGTBI se sientan seguros y escuchados son:

    1. Validar y normalizar las experiencias: Muchos jóvenes LGTBI pueden haber enfrentado discriminación, rechazo o violencia debido a su identidad u orientación sexual. Es imprescindible validar sus experiencias y hacerlos saber que no están solos. Ayudar también a normalizar sus sentimientos y luchas, mostrándoles que hay otros jóvenes que han pasado por situaciones similares.
    2. Fomentar la autenticidad: Ayuda a los jóvenes LGTBI a explorar y aceptar su identidad de género u orientación sexual. Anima la expresión auténtica de quiénes son y brinda apoyo emocional durante este proceso.
    3. Promover la autoaceptación y la autoestima: Ayuda a los jóvenes LGTBI a desarrollar una actitud positiva hacia sí mismos y a construir una sólida autoestima. Puedes trabajar en la aceptación personal, la construcción de habilidades de afrontamiento y la mejora de la resiliencia.
    4. Brindar apoyo social: Puedes ayudarles a encontrar comunidades de apoyo y redes de contacto que sean inclusivas y comprensivas. Esto podría incluir grupos de apoyo para jóvenes LGTBI, eventos comunitarios, organizaciones locales u online, y recursos educativos.
    5. Trabajar en la gestión del estrés y la salud mental: Los jóvenes LGTBI pueden enfrentar un mayor riesgo de problemas de salud mental. Ayúdalos a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables y a buscar ayuda profesional si es necesario.

    La salud mental y los jóvenes LGTBI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intersexuales)

    Es importante tener en cuenta que los jóvenes LGTBI pueden enfrentar una serie de problemas de salud mental debido a las experiencias de discriminación, estigmatización y exclusión a las que están expuestos. Algunos de los problemas de salud mental comunes que enfrentan los jóvenes LGTBI incluyen:

    1. Ansiedad: Los jóvenes LGTBI pueden experimentar ansiedad debido al miedo al rechazo, la discriminación o la violencia, así como a la presión para ocultar su identidad o mantener su orientación sexual en secreto.
    2. Depresión: La discriminación, la falta de apoyo y la alienación social pueden contribuir al desarrollo de la depresión en los jóvenes LGTBI. El estrés crónico y las experiencias de rechazo pueden desencadenar sentimientos de tristeza, desesperanza y falta de interés en las actividades diarias.
    3. Ideación suicida, comportamiento suicida y autolesiones: Los jóvenes LGTBI tienen un mayor riesgo de ideación suicida, comportamiento suicida y autolesiones en comparación con sus pares heterosexuales. Esto puede ser el resultado del estigma, la discriminación, la falta de aceptación y el acoso que enfrentan.
    4. Trastornos de alimentación: Algunos jóvenes LGTBI pueden desarrollar trastornos de la alimentación como resultado de la presión social, la imagen corporal negativa o la falta de aceptación de su identidad de género u orientación sexual.
    5. Abuso de sustancias: Los jóvenes LGTBI pueden recurrir al abuso de sustancias como una forma de afrontar el estrés, la discriminación y las dificultades emocionales que enfrentan. El abuso de sustancias puede ser una forma de escape o autoprotección.
    6. Trauma: Algunos jóvenes LGTBI pueden haber experimentado traumas relacionados con la violencia, el acoso, el abuso o el rechazo familiar. Estas experiencias traumáticas pueden tener un impacto significativo en su salud mental y emocional.
    7. Problemas de identidad y aceptación personal: Los jóvenes LGTBI a menudo enfrentan desafíos en la aceptación y el descubrimiento de su identidad sexual y de género. Pueden experimentar confusión, negación interna, ansiedad y estrés relacionados con su orientación sexual y cómo se perciben a sí mismos.

    De cualquier forma, y teniendo en cuenta todo lo comentado en este artículo, es importante tener en cuenta que no todos los jóvenes LGTBI enfrentan problemas de salud mental, y cada individuo es único en su experiencia. Sin embargo, es fundamental proporcionar un entorno de apoyo y acceso a profesionales de la salud mental para aquellos que lo necesiten.

    El papel de la terapia psicológica con los jóvenes LGTBI

    La terapia psicológica desempeña un papel fundamental en la construcción de un entorno seguro para los jóvenes LGTBI y en la mejora de la comunicación con sus familias. Proporciona un espacio neutral donde los jóvenes y sus seres queridos pueden explorar sus emociones, aclarar malentendidos y aprender a comunicarse de manera efectiva.

    Los psicólogos/as especializados/as ofrecen apoyo y orientación, ayudando a las familias a comprender mejor las experiencias de sus hijos y a desarrollar habilidades para el apoyo emocional. Además, la terapia psicológica fortalece la autoestima de los jóvenes LGTBI y los prepara para enfrentar los desafíos externos, como el bullying y la discriminación.

    La terapia psicológica implica también comprender y abordar las necesidades específicas de los jóvenes LGTBI en un entorno seguro y comprensivo. El entorno de la terapia es un entorno libre de juicio donde se respeta la identidad y orientación sexual de cada persona que acude en busca de ayuda profesional. Los jóvenes LGTBI necesitan sentirse cómodos expresando sus sentimientos y apoyados para hablar sobre ellos con su familia y amigos.

    Los padres y familiares de los jóvenes LGTBI que buscan ayuda o alientan a sus jóvenes a buscar apoyo profesional pueden fortalecer los lazos, mejorar la relación y construir un espacio donde estos jóvenes se sientan amados, aceptados y comprendidos.

     

    Si te has identificado con este artículo y crees que te podemos ayudar, pide cita y te acompañaremos en tu proceso terapéutico con toda la confidencialidad y profesionalidad que una terapia psicológica requiere. No estamos aquí para juzgarte, sino para acompañarte en esa etapa tan difícil como importante en dirección a una vida saludable.

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    Sandra Ribeiro

    Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

    Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

    Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva

    Responsable de formación y supervisora de casos clínicos del Servicio de Psicología Aplicada de la UNED

     

     

    Si deseas obtener más información sobre los recursos de apoyo y organizaciones dedicadas a brindar asistencia a la comunidad LGBTI, puedes visitar como por ejemplo otras plataformas como COGAM.

  • Adolescencia: ¿mi hijo/a necesita un psicólogo?

    Adolescencia: ¿mi hijo/a necesita un psicólogo?

    Adolescencia: ¿mi hijo/a necesita un psicólogo?

    La adolescencia es un período de transición y descubrimiento en la vida de nuestros niños/as. Solemos escuchar que la adolescencia es una fase difícil, complicada, de rebeldía, y de cuantos más adjetivos encontremos que den cuenta de nuestra dificultad para afrontar esa fase tan compleja de la vida de nuestros hijos/as.

    Hasta hace poco, este ser adolescente era un/a niño/a, cuyas únicas preocupaciones eran jugar y sacar buenas notas en la escuela, notas que servían de “trofeo” para sus padres y de prestigio entre profesores y compañeros.

    Adolescencia: cómo lidiar con los cambios

    Hoy no son niños/as, no son adultos, están en el limbo de la identidad. Sin embargo, están obligados a tomar decisiones y asumir la responsabilidad por ellas, pero solo algunas decisiones, “no son adultos para decidirse por sí mismo”. Hay mucho por gestionar y entender: cuerpo en transformación, elecciones por hacer, resignificación, cambios… ¿Quién soy? ¿a dónde iré? ¿hombre o mujer? ¿adulto o niño/a? ¡Qué angustia! “Mis padres quieren que les cuente todo, pero cuando lo hago me castigan por lo que hice. Mejor lo cuento a mis amigos”. “Mis padres quieren tener una buena comunicación conmigo, pero sólo yo hablo. ¡Eso parece un interrogatorio!”

    El proceso suele ser desafiante tanto para los adolescentes como para los padres, ya que implica la “desidealización” del adolescente hacia la imagen de sus padres como forma de minimizar el sentimiento de pérdida de las ilusiones infantiles y alejarse de todo lo que significa ser niño/a. Por tanto, hay una separación inevitable de la figura paterna/materna, y el adolescente se enfrenta a ella de una forma en la que no hay retorno. Pero ¡tranquilos papá y mamá! Esa separación no pasa de una transformación en una relación más adulta. Es importante recalcar este punto, ya que la elaboración de esa transformación la hace el adolescente y no los padres, aunque éstos pueden contribuir para que el proceso sea lo más tranquilo y sano posible.

    Estrategias necesarias entre padres/madres y adolescentes

    Comunicación

    Cuando nuestro hijo/hija llega a la adolescencia, todos los problemas que nos tienen agotados como, por ejemplo, los problemas de disciplina, las tan temidas pataletas, las negociaciones eternas, el incumplimiento de los acuerdos alcanzados, la transgresión de las normas, las discusiones sin fin y otros problemas de convivencia, se agravan o se perciben como más intensas.

    Es primordial una comunicación asertiva y con límites claros para que los adolescentes puedan pasar por esa fase de su vida de la forma más sana posible y que nosotros como padres/madres no envejezcamos más de lo necesario.

    Autocontrol

    Autocontrol. ¡Qué difícil es autocontrolarse cuando se tiene un hijo/a adolescente! ¡Sí, es cierto! Sin embargo, podemos aprender herramientas para utilizar los momentos estresantes de nuestros adolescentes de forma deliberada como oportunidades de ayudarles a perfeccionar su pensamiento crítico, su forma de razonar, cómo gestionar sus emociones. Con las estrategias apropiadas, aprenderás a usar tu propia contención y tranquilidad para solucionar un conflicto como forma de enseñarle a autorregularse en sus propias emociones de frustración y de enfado cuando las conversaciones no discurren como ellos desean.

    Autonomía

    “¡Mi hijo/a ya no me necesita!” ¡Tranquilo/a, eso no es de todo cierto!

    Nuestros adolescentes están probando cosas nuevas, están intentando construir su propia identidad y, para ello, tienen que alejarse de todo lo que conocen y que les recuerden los niños que son. Empiezan a cambiar la forma de vestir, de hablar, las músicas que escuchan, el color del pelo… Sin embargo, todo ello solo es una apariencia transitoria. Tu hijo/a te sigue queriendo, te sigue necesitando, sigues siendo su referencia más fiable en los asuntos importantes. Quizás no estés en la última moda o no sepas todo de tecnología, pero no pasa nada, en los asuntos importantes tienen que confiar que pueden contar contigo y tú siempre estarás ahí.  Prueba a contar cosas de tu vida a tu hijo/a más que a preguntar. Cuenta qué tal te ha ido hoy en el trabajo; si te has enfadado con un amigo, si crees que hay algo que piensas que puede ser comprendido por tu hijo/a, hazle partícipe de tus dudas… Así, tú hijo/a se sentirá que cuentas con él/ella y sentirá que también puede contar contigo.

    ¿Qué puede esperar un adolescente de su psicoterapia?

    La psicoterapia le puede ayudar a desarrollar habilidades sociales. Estas habilidades son herramientas que le permiten moverse mejor en tu entorno, con su familia, con sus iguales, en sus relaciones afectivas, así como le ayudan a solucionar situaciones conflictivas. Además, la psicoterapia también le ayudará a identificar sus emociones desagradables y sus creencias dañinas, y cambiarlas por creencias más adecuadas y adaptativas.

    ¿La psicóloga contará a mis padres lo que hablo durante la psicoterapia?

    No. En la psicoterapia con adolescentes, conviene recordar que el paciente no es la familia, a pesar de ser solicitada en ocasiones. Esto significa que se protegen los principios éticos de confidencialidad, y no se transmite a los padres lo dicho por el adolescente durante las sesiones, a menos que el contenido traiga riesgos para el paciente o para los demás, y esto se comenta con el paciente en la primera sesión. Es decir, tu psicóloga tiene la obligación de mantener el secreto profesional. Tus padres siempre estarán informados de tus progresos, tu psicóloga les apoyará con pautas para que se puedan comunicar mejor contigo, pero los detalles de tu terapia solo pertenecerán a ti y a tu psicóloga.

    No tienes que entrar en temas que no quieras. Tu psicóloga siempre va a respetar tu ritmo y cuando estés preparado/a para hablar, ella estará ahí para escucharte y ayudarte a gestionar lo que necesites.

    Los principales problemas psicológicos en la adolescencia:

    • Ansiedad en la adolescencia
    • Bullying
    • Depresión en la adolescencia
    • Baja autoestima
    • Problemas a nivel de rendimiento escolar
    • Agresividad y conductas violentas
    • Divorcio/separación en la familia
    • Problemas en sus relaciones familiares, afectivas y/o con sus iguales
    • Trastornos alimentarios
    • Adicciones a las redes sociales y/o determinadas sustancias
    • Relaciones tóxicas
    • Dependencia emocional
    • Dificultad para decir no y para poner límites
    • Uso problemático de las nuevas tecnologías

    ¿Mi hijo/a necesita ir al psicólogo?

    Como padres y madres es difícil aceptar que nuestro hijo/hija necesita ayuda psicológica especializada. Para facilitar la identificación de que algo pasa y que es necesario acudir a un psicólogo, os dejamos una serie de señales:

    • Sentimientos de tristeza o melancolía la mayor parte del tiempo.
    • Problemas para dormir (insomnio o duerme demasiado)
    • Irritabilidad frecuente con brotes repentinos de ira.
    • Cambios de humor repentinos.
    • Evitación y aislamiento.
    • Se involucra en actividades ilegales.
    • No disfruta de actividades que antes le gustaba.
    • Consumo de alcohol y/o drogas.
    • Autolesiones y/o conductas de riesgo.
    • Problemas con las notas escolares, la asistencia y/o las tareas.
    • Cambios en amigos o actividades.
    • Problemas con la alimentación: no tener hambre o comer más de lo habitual, no comer con la familia.

    Cómo podemos ayudarte

    En el Centro de Psicología Sandra Ribeiro tenemos profesionales especializados en psicoterapia con adolescentes. Esta psicoterapia servirá para que el/la adolescente tenga un espacio seguro para expresar sus emociones, hablar abiertamente de cómo se siente, discutir sobre las situaciones que le afligen y ser escuchado.

    Nuestra psicoterapia con el/la adolescente le ayudará a comprender lo que está sintiendo y a conocerse mejor, así como a expresar sus emociones, gestionándolas de forma sana y adaptativa. También le ayudará a relacionarse con los demás, gestionando mejor las dificultades y evitando conflictos innecesarios.

    Trabajamos con el adolescente para mejorar su expresión emocional, su autoestima, la comunicación con su familia, su autoconcepto, sus habilidades sociales, su autonomía, entre otros.

    Si crees que no puedes hacerlo solo/a, estamos aquí para ayudarte.

     

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    Sandra Ribeiro

    Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

    Profesora Asociada del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

    Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva

    Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED

     

     

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  • Adolescencia: el desarrollo de una identidad individual

    Adolescencia: el desarrollo de una identidad individual

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    La adolescencia es un periodo de cambios y transformaciones importantes tanto a nivel físico, como a nivel psicológico, relacional, afectivo e intelectual. La adolescencia es una etapa turbulenta por excelencia con grandes conflictos familiares, en la que la búsqueda de una identidad individual produce una ruptura con el mundo infantil y el inicio de una nueva forma de relacionarse con los padres.

    Todos los individuos caminamos hacia el desarrollo de una identidad individual. Tenemos la necesidad de individuación de nuestras figuras de referencia. La individuación, según Carl Jung, consiste en que las personas tienen que reconocerse y distinguirse como individuo, principalmente de las figuras de referencia, que son la madre, el padre, el cuidador o cualquier individuo que haya tenido un gran peso en la crianza del niño. Es un proceso de construcción de la propia imagen e identidad y es considerado central en el proceso evolutivo.

    ¿En qué consiste el proceso de individuación?

    Cuando hablamos de individuación no nos referimos a una separación física, sino a la percepción del propio espacio y a la conciencia del propio cuerpo y de la mente. El objetivo es llegar a la percepción de si mismo como un individuo único con una identidad autónoma y diferenciada.

    En la infancia, los procesos de imitación e identificación son adaptativos y vitales, esenciales en la formación de la personalidad, pero ya en la adolescencia el niño busca diferenciarse de sus progenitores introduciendo elementos de distinción (criterios propios, estilo musical, actividades y eventos diferentes de los que solían disfrutar en familia) que, muchas veces, suponen la ruptura del vínculo familiar y, a menudo, son la causa de muchos conflictos paterno-filial existentes en esta etapa.

    Identidad individual

    Jung indica que este proceso no siempre se logra y lo plantea como una elección en la que algunos prefieren renunciar a tener una identidad propia para enmarcarse dentro de un rol que sea más aceptado socialmente. Cuando el proceso de individuación no es exitoso, el individuo no consigue la diferenciación necesaria para obtener una identidad autónoma y saludable, manteniendo una relación muchas veces dependiente y fusionada con el progenitor. Estos individuos expresan una representación de sí mismos mucho más parecida a la figura de referencia de lo que realmente es, sacrificando, así, los elementos distintivos que en la realidad existen. Es entonces cuando aparecen problemas como baja autoestima, falta de determinación, miedo al fracaso, ansiedad, depresión, entre otros.

    En este sentido, consideramos que es de suma importancia que los padres conozcan y sean respetuosos con los ciclos evolutivos de sus hijos, ya que éstos pasarán por diferentes fases en sus vidas. Una de estas fases es la necesidad de imitar y ser parecidos a sus cuidadores primarios y, en el otro extremo, la necesidad de ser lo más diferentes posible, reconociéndose, así, como persona. Esto no quiere decir que cuando culmine la formación de su identidad, vayan a mantener todos los elementos distintivos que han probado a lo largo de las diferentes fases que han experimentado.

    De todas maneras, es deseable que los padres no descuiden a los niños en el proceso de individuación, y que estén preparados para acompañarlos en este difícil camino que es la construcción de su propia identidad.

    Si crees que no puedes hacerlo solo/a, estamos aquí para ayudarte.

     

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