Author: CamyllaRibeiro_beta

  • Perimenopausia y Menopausia y el Apoyo Psicológico: Una Guía para Mujeres en una Nueva Etapa de Vida

    Perimenopausia y Menopausia y el Apoyo Psicológico: Una Guía para Mujeres en una Nueva Etapa de Vida

    La perimenopausia y la menopausia son etapas naturales en la vida de todas las mujeres. Son etapas significativas, llenas de cambios y desafíos.

    ¿Qué es la Perimenopausia?

    La perimenopausia es la etapa de transición antes de la menopausia, durante la cual el cuerpo de una mujer comienza a experimentar cambios hormonales significativos. Este período puede durar varios años y es caracterizado por fluctuaciones en los niveles de estrógeno y progesterona, las principales hormonas femeninas.

    Características de la Perimenopausia

            Irregularidades menstruales: durante la perimenopausia, los ciclos menstruales pueden volverse irregulares. Las menstruaciones pueden ser más cortas, más largas, más ligeras o más abundantes, y los intervalos entre los periodos pueden variar.

            Sofocos y sudoración nocturna: los cambios hormonales pueden causar sensaciones repentinas de calor intenso y sudoración, especialmente por la noche.

            Problemas de sueño: muchas mujeres experimentan dificultades para dormir, insomnio o sueño interrumpido.

            Fatiga: la falta de sueño y los cambios hormonales pueden llevar a una sensación general de cansancio.

            Dolores de cabeza y migrañas: las fluctuaciones hormonales pueden desencadenar dolores de cabeza y migrañas en algunas mujeres.

    Síntomas Emocionales y Psicológicos:

            Cambios de humor: es común experimentar cambios de humor, irritabilidad o ansiedad.

            Depresión: algunas mujeres pueden desarrollar síntomas depresivos durante la perimenopausia.

            Dificultad para concentrarse: los cambios hormonales pueden afectar la memoria y la concentración.

    Cambios Físicos:

            Aumento de peso: muchas mujeres notan un aumento de peso, especialmente alrededor de la cintura.

            Pérdida de masa muscular y aumento de grasa corporal: el metabolismo puede ralentizarse, lo que puede llevar a cambios en la composición corporal.

    Duración de la Perimenopausia

    La duración de la perimenopausia varía de una mujer a otra, pero en promedio, puede durar entre 3 a 5 años. Sin embargo, algunas mujeres pueden experimentar esta fase durante solo unos meses, mientras que otras pueden pasar hasta 10 años en perimenopausia antes de llegar a la menopausia.

    Tratamiento y Manejo de la Perimenopausia

    Para manejar los síntomas de la perimenopausia, las mujeres pueden considerar diversas estrategias, incluyendo cambios en el estilo de vida, terapias hormonales y tratamientos no hormonales:

            Estilo de vida saludable: mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente puede ayudar a mitigar algunos síntomas.

            Terapias hormonales: bajo la supervisión de un médico, las terapias hormonales pueden ayudar a equilibrar los niveles hormonales y aliviar síntomas severos. Es esencial que este tipo de terapia sea recomendada y acompañada por un médico, ya que puede haber efectos secundarios.

            Tratamientos no hormonales: algunos fármacos o productos naturales pueden ser útiles para manejar los síntomas.

            Terapia psicológica: la terapia puede ayudar a manejar los cambios emocionales y psicológicos asociados con la perimenopausia.

    ¿Qué es la Menopausia?

    La menopausia es la fase de la vida de la mujer marcada por el cese permanente de la menstruación y la finalización de la fertilidad. Aunque es un proceso biológico normal, puede venir acompañado de una serie de síntomas físicos y emocionales que varían en intensidad. En nuestro centro de psicología, entendemos que la menopausia puede ser una experiencia desafiante, y estamos aquí para ayudar a las mujeres a navegar por esta transición con apoyo y herramientas efectivas.

    La menopausia generalmente ocurre entre los 45 y 55 años, aunque puede variar. Se considera que una mujer ha alcanzado la menopausia cuando no ha tenido un periodo menstrual durante 12 meses consecutivos. Este proceso está relacionado con la disminución de las hormonas reproductivas, como el estrógeno y la progesterona, producidas por los ovarios.

    Síntomas Comunes de la Menopausia:

    • Sofocos y sudoración nocturna
    • Cambios de humor y ansiedad
    • Irritabilidad
    • Dificultad para dormir
    • Sequedad vaginal
    • Reducción de la libido
    • Problemas de concentración y memoria

    El Impacto Emocional de la Menopausia

    Los cambios hormonales pueden tener un impacto significativo en el bienestar emocional de las mujeres. Es común experimentar sentimientos de tristeza, irritabilidad, o ansiedad. Además, la percepción de envejecimiento y los cambios en la identidad pueden generar inseguridades y una disminución de la autoestima.

    Cómo Puede Ayudar la Terapia

    Aquí en nuestro centro, la terapia que ofrecemos para las mujeres en la fase de perimenopausia o menopausia consta de varias formas de apoyo:

    1. Terapia psicológica para la menopausia: es eficaz para ayudar a las mujeres a manejar los síntomas emocionales de la menopausia. A través de esta terapia, las mujeres pueden aprender técnicas para reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo y enfrentar los desafíos diarios de manera más efectiva.
    2. Terapia de apoyo: hablar con una psicóloga puede proporcionar un espacio seguro para expresar preocupaciones y miedos relacionados con la menopausia. La terapia de apoyo ofrece comprensión y validación, lo que puede aliviar la carga emocional.
    3. Mindfulness y relajación: las técnicas de mindfulness y relajación pueden ser útiles para reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño. Estas prácticas ayudan a las mujeres a mantenerse en el presente y a manejar los síntomas de manera más eficaz.

    Otras opciones:

             Grupos de apoyo: los grupos de apoyo permiten a las mujeres compartir sus experiencias y aprender de otras que están pasando por situaciones similares. Esto puede reducir el sentimiento de aislamiento y proporcionar una red de apoyo emocional.

    Estrategias para Manejar la Menopausia

    Además de la terapia, hay varias estrategias que las mujeres pueden utilizar para manejar los síntomas de la menopausia:

    • Mantener una dieta equilibrada: una alimentación equilibrada es útil para mantener la salud ósea.
    • Ejercicio regular: ayuda a controlar el peso, mejora el estado de ánimo y promueve un mejor sueño.
    • Dormir adecuadamente: establecer una rutina de sueño y crear un ambiente propicio para descansar.
    • Evitar desencadenantes de sofocos: como alimentos picantes, cafeína y alcohol.
    • Practicar técnicas de relajación: como yoga, mindfulness, meditación y técnicas de respiración.

    Tanto la perimenopausia como la menopausia son etapas significativas y desafiantes en la vida de una mujer, en las que tenemos que adaptarnos a varios cambios necesarios para nuestra salud física y mental. Esta adaptación puede ser compleja, pero con el apoyo adecuado y las herramientas correctas, es posible navegar por esta transición de manera saludable y positiva. En nuestro centro de psicología, estamos comprometidas a proporcionar el apoyo y la orientación necesarios para que las mujeres puedan enfrentar esta etapa con confianza y bienestar. Si estás experimentando síntomas de la perimenopausia o de la menopausia y necesitas apoyo, no dudes en ponerte en contacto con nosotras. Estamos aquí para ayudarte.

     

     

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    Sandra Ribeiro

    Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

    Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

    Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva

    Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED

     

     

     

  • Conociendo la Adicción a la Comida: Desafíos y Estrategias para Superarla

    Conociendo la Adicción a la Comida: Desafíos y Estrategias para Superarla

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  • La habilidad de decir NO: aprende a establecer límites saludables

    La habilidad de decir NO: aprende a establecer límites saludables

    Decir no puede ser difícil porque a menudo queremos evitar herir los sentimientos de otras personas o tememos la posibilidad de que nos juzguen. Sin embargo, establecer límites saludables es importante para mantener el equilibrio en nuestras vidas. Aquí tienes algunas sugerencias sobre cómo decir no de una manera respetuosa:

    1. Sé claro y directo: Expresa tu negativa de manera clara y directa. No dejes espacio para malentendidos o expectativas equivocadas.
    2. Explica tu razón (si es necesario): Si sientes que es apropiado, puedes ofrecer una breve explicación de por qué estás diciendo no. Sin embargo, no te sientas obligado a dar una razón si no quieres.
    3. Usa un lenguaje amable pero firme: Mantén un tono amable pero firme en tu respuesta. Evita sonar ambiguo o indeciso.
    4. Ofrece alternativas (si es posible): Si estás diciendo no a una solicitud específica, considera ofrecer alternativas que puedan ser aceptables para ambas partes, si eso es lo que quieres.
    5. Practica el autocuidado: Recuerda que está bien priorizar tu propia comodidad y bienestar. Decir no no te convierte en una mala persona; es una parte importante del establecimiento de límites saludables.

    ¿Por qué decir no tiene una connotación tan negativa?

    Decir no puede tener una connotación negativa debido a una variedad de razones culturales, sociales y psicológicas como, por ejemplo:

    1. Cultura del cumplimiento: En algunas culturas, se valora mucho el cumplimiento de las expectativas y el deseo de agradar a los demás. Decir no puede percibirse como una falta de consideración o cortesía.
    2. Miedo al rechazo: Muchas personas tienen miedo al rechazo o al conflicto, por lo que prefieren evitar decir no para evitar confrontaciones o herir los sentimientos de los demás.
    3. Presión social: A menudo, nos sentimos presionados por las expectativas sociales o las normas de grupo para actuar de cierta manera. Decir no puede ir en contra de estas normas percibidas y provocar preocupaciones sobre cómo seremos percibidos por los demás.
    4. Sentido de obligación: Sentimos que debemos cumplir con las solicitudes de los demás, especialmente si son amigos, familiares o colegas. Esto puede hacer que sea difícil decir no sin sentirnos egoístas o culpables.
    5. Cultura de la complacencia: En algunas situaciones, se espera que las personas sean complacientes y estén siempre dispuestas a ayudar a los demás, lo que puede hacer que decir no se perciba como una desviación de este ideal.

    Es importante reconocer que decir no no es necesariamente negativo. Establecer límites saludables y priorizar nuestro propio bienestar es esencial para mantener relaciones equilibradas y satisfactorias. Aprender a decir no de manera respetuosa y asertiva puede ser una habilidad valiosa para mejorar nuestra calidad de vida y nuestras relaciones interpersonales.

    Aprendiendo a decir NO

    Aprender a decir no puede ser un proceso gradual, pero es una habilidad importante para establecer límites saludables y cuidar de tu bienestar emocional. Aquí tienes algunas recomendaciones para ayudarte a decir no de manera efectiva:

    1. Reconoce tus propios límites: antes de poder decir no a los demás, necesitas entender tus propias necesidades y límites. Reflexiona sobre lo que te hace sentir cómodo o incómodo, y reconoce cuándo necesitas decir no para proteger tu bienestar.
    2. Practica la autoafirmación: fortalece tu confianza practicando afirmaciones positivas sobre tu derecho a establecer límites y decir no cuando sea necesario. Repite frases como “Tengo derecho a cuidar de mí mismo” o “Mi bienestar es importante”.
    3. Aprende a priorizarte: reconoce que es válido priorizar tus propias necesidades y deseos. No tienes que complacer a todos todo el tiempo. Permítete priorizarte a ti mismo sin sentirte egoísta.
    4. Practica la comunicación asertiva: aprende a comunicar tus límites de manera clara y directa, sin sentirte culpable. Usa un lenguaje firme pero respetuoso al expresar tu negativa.
    5. Aprende a decir no sin disculparte: no necesitas disculparte por decir no, especialmente si estás protegiendo tu bienestar o tus límites. Sé firme en tu decisión sin sentir la necesidad de dar excusas o justificaciones y sin ser agresivo/a en tu forma de expresarte.

    Recuerda que aprender a decir no lleva tiempo y práctica, así que sé paciente contigo mismo. Con el tiempo, te sentirás más cómodo y seguro al establecer límites y proteger tu bienestar. Si crees que necesitas ayuda para aprender a decir no y a establecer límites saludables en tus relaciones, aquí estamos para ayudarte.

     

    Si necesitas ayuda para superar este momento tan difícil, estamos aquí para ayudarte.

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    Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

    Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

    Profesora del Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad Villanueva

    Responsable de formación y supervisora de casos clínicos en el Servicio de Psicología Aplicada (SPA) de la UNED

     

  • Desarrollando tu mejor versión: Terapia para el Desarrollo Personal

    Desarrollando tu mejor versión: Terapia para el Desarrollo Personal

    La terapia para el desarrollo personal es un enfoque terapéutico que se centra en el crecimiento personal, el autoconocimiento y el desarrollo de habilidades para mejorar la calidad de vida de una persona. A diferencia de la terapia psicológica, que a menudo se centra en tratar problemas específicos o trastornos mentales, la terapia para el desarrollo personal se centra en el bienestar general y el desarrollo de todo el potencial de una persona.

    Este tipo de terapia puede incluir una variedad de técnicas y enfoques. El objetivo principal es ayudar a los individuos a explorar sus fortalezas, debilidades, valores y creencias, y trabajar en áreas específicas de su vida en las que deseen crecer y mejorar.

    ¿La terapia para el desarrollo personal es realizada por un/a psicólogo/a?

    Sí, la terapia para el desarrollo personal debe ser realizada por psicólogos/as que estén capacitados/as y tengan experiencia en este enfoque terapéutico. Estos/as profesionales pueden tener diferentes especialidades y formaciones adicionales en terapia cognitivo-conductual, terapia humanista, terapia de aceptación y compromiso, entre otras.

    ¿Qué diferencias hay entre la terapia psicológica y la terapia para el desarrollo personal?

    La diferencia principal entre la terapia psicológica y la terapia para el desarrollo personal radica en sus enfoques y objetivos.

    1. Terapia psicológica: También conocida como psicoterapia, se centra en el tratamiento de trastornos mentales, problemas emocionales y psicológicos específicos. Los psicólogos clínicos, psiquiatras y otros profesionales de la salud mental utilizan técnicas y enfoques terapéuticos basados en la evidencia para ayudar a las personas a superar síntomas como depresión, ansiedad, trastornos de la alimentación, trastorno de estrés postraumático, entre otros. La terapia psicológica suele estar más estructurada y centrada en la resolución de problemas específicos.
    2. Terapia para el desarrollo personal: Este tipo de terapia se centra en el crecimiento personal, el autoconocimiento y el desarrollo de habilidades para mejorar la calidad de vida de una persona. No está necesariamente dirigida a tratar trastornos mentales específicos, sino más bien a ayudar a las personas a explorar su potencial, fortalezas y debilidades, establecer metas personales y profesionales, mejorar sus relaciones interpersonales y encontrar un mayor sentido de propósito y satisfacción en la vida. La terapia para el desarrollo personal tiende a ser menos estructurada y más centrada en el cliente, adaptándose a las necesidades y objetivos individuales de cada persona.

    ¿A quién va dirigida la terapia para el desarrollo personal?

    Este tipo de Terapia puede dirigirse a cualquier persona que esté interesada en explorar su crecimiento personal, mejorar su autoconocimiento y desarrollar habilidades para vivir una vida más plena y satisfactoria. No está limitada a personas con trastornos mentales específicos, sino que puede beneficiar a cualquier individuo que desee trabajar en su crecimiento emocional, psicológico y en sus relaciones interpersonales.

    Por lo tanto, esta terapia puede ser adecuada para una amplia gama de personas, incluyendo aquellas que buscan mejorar su autoestima, aprender a manejar el estrés y la ansiedad, superar obstáculos personales, mejorar sus relaciones interpersonales, explorar su propósito de vida, o simplemente desean crecer y desarrollarse como individuos.

    ¿Cuáles son los problemas más comunes de las personas que buscan terapia para el desarrollo personal?

    Las personas que buscan terapia para el desarrollo personal pueden enfrentar una variedad de desafíos y problemas comunes. Algunos de los más frecuentes incluyen:

    1. Baja autoestima y falta de confianza: Muchas personas luchan con la autoestima y la confianza en sí mismas, lo que puede afectar su capacidad para alcanzar sus metas y disfrutar de la vida plenamente.
    2. Estrés y ansiedad: El estrés y la ansiedad son problemas comunes en la sociedad actual, especialmente entre aquellos que tienen responsabilidades laborales o personales demandantes.
    3. Dificultades en las relaciones: Problemas de comunicación, conflictos interpersonales, y dificultades para establecer y mantener relaciones saludables son preocupaciones frecuentes.
    4. Sentido de propósito y dirección: Muchas personas pueden sentirse perdidas o sin rumbo en su vida, buscando claridad sobre sus objetivos y propósito personal.
    5. Problemas de equilibrio entre trabajo y vida personal: La gestión del tiempo y el equilibrio entre las demandas laborales y la vida personal es un desafío constante para muchas personas.
    6. Problemas de liderazgo y gestión: Los líderes y gerentes pueden enfrentar desafíos en términos de motivar a su equipo, resolver conflictos, tomar decisiones difíciles y mantener un ambiente de trabajo saludable.

    Estos son solo algunos ejemplos, pero la terapia para el desarrollo personal puede abordar una amplia gama de problemas y desafíos que las personas enfrentan en su vida diaria.

    ¿Por qué la terapia para el desarrollo personal es tan buscada por los empresarios y directivos?

    Es cierto que la terapia para el desarrollo personal es bastante común entre empresarios y directivos. La presión y las demandas del mundo empresarial pueden ser intensas, y muchos líderes se enfrentan a desafíos únicos en términos de gestión del estrés, toma de decisiones, liderazgo efectivo y equilibrio entre trabajo y vida personal.

    La terapia para el desarrollo personal puede ayudar a los empresarios y directivos a:

    1. Gestionar el estrés y la presión del entorno empresarial.
    2. Mejorar sus habilidades de liderazgo y comunicación.
    3. Desarrollar una mayor autoconciencia y comprensión de sus propias fortalezas y debilidades.
    4. Aprender a establecer límites saludables entre el trabajo y la vida personal.
    5. Explorar sus valores y objetivos personales y profesionales.
    6. Superar obstáculos personales que puedan estar afectando su desempeño laboral.

    En general, la terapia para el desarrollo personal puede ser una herramienta valiosa para cualquier persona que esté buscando crecer y mejorar, independientemente de su posición en el mundo empresarial.

     

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    Psicóloga General Sanitaria (M-34885)

    Profesora del Dpto. de Psicología de la Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la UNED

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  • Mi psicólogo/a y yo, ¿qué falló en lo nuestro?: Motivos de abandono en la terapia

    Mi psicólogo/a y yo, ¿qué falló en lo nuestro?: Motivos de abandono en la terapia

    Hablar sobre las razones por las cuales los pacientes abandonan la terapia es importante para entender mejor los motivos que hicieron que nuestros pacientes dejaran su terapia. Las razones pueden ser muy variadas, pero hay algunas que se repiten muy a menudo:

    1. Falta de conexión: a veces, los pacientes no se sienten conectados con su psicólogo/a, lo que dificulta la construcción de una relación terapéutica sólida. Por la parte del psicólogo/a, esto puede deberse a muchos motivos como:  falta de trabajo sobre su personalidad, su ansiedad en conseguir cambios en su paciente, su estilo de comunicación o una posible falta de empatía.
    2. Expectativas no cumplidas: los pacientes pueden abandonar la terapia si sienten que no están viendo los resultados que esperaban o si creen que la terapia no está abordando sus necesidades de manera efectiva. Esto podría deberse a una falta de claridad en cuanto a las metas terapéuticas o a una comunicación insuficiente entre el paciente y el psicólogo/a.
    3. Dificultades logísticas: factores como la ubicación, el costo o la disponibilidad de horarios pueden dificultar que los pacientes continúen con la terapia. La logística juega un papel importante en la adherencia al tratamiento, y los obstáculos en este sentido pueden llevar al abandono prematuro.
    4. Resistencia al cambio: algunos pacientes pueden sentirse incómodos al enfrentar sus problemas o resistirse a realizar cambios en sus vidas, lo que puede dificultar el progreso en la terapia. La resistencia al cambio puede manifestarse de diversas formas y puede ser un obstáculo significativo en el proceso terapéutico.
    5. Problemas de enfoque terapéutico: si el enfoque terapéutico utilizado por el psicólogo/a no se adapta a las necesidades del paciente o si el paciente no se siente cómodo con dicho enfoque, es más probable que abandone la terapia. Es importante que el psicólogo/a y el paciente estén en sintonía en cuanto al enfoque y las técnicas utilizadas en la terapia.
    6. Falta de progreso percibido: los pacientes pueden abandonar la terapia si sienten que no están avanzando o si experimentan frustración debido a la falta de mejoría en sus síntomas. Es importante que el psicólogo/a y el paciente revisen regularmente el progreso y ajusten el plan de tratamiento según sea necesario.

    He perdido la motivación y ya no me apetece ir a terapia

    Es posible que el paciente sienta una pérdida de motivación y falta de interés en continuar con su terapia. En este momento, es importante tener un buen vínculo terapéutico para que el paciente pueda sentirse cómodo para hablar sobre la necesidad de abordar esta preocupación de manera comprensiva y colaborativa.

    ¿Cómo podemos ayudar a nuestro/a paciente?

    1.  Explorar las razones detrás de la falta de motivación: esto podría incluir discutir cualquier frustración o insatisfacción con el proceso terapéutico, identificar barreras internas o externas que dificultan la participación en la terapia, o explorar cambios en las circunstancias personales del paciente que podrían estar afectando su disposición para continuar.
    2.  Validar sus sentimientos: es importante que el psicólogo valide los sentimientos del paciente y demuestre empatía hacia sus experiencias. Reconocer y validar la falta de motivación que está sintiendo nuestro/a paciente respecto a la terapia puede ayudar a crear un espacio seguro para que explore sus preocupaciones y emociones subyacentes.
    3.  Reevaluar las metas y el enfoque terapéutico: es necesario que psicólogo/a y paciente trabajen juntos para reevaluar las metas terapéuticas y el enfoque utilizado en la terapia. Esto puede implicar discutir si las metas actuales siguen siendo relevantes y significativas para el paciente, y si el enfoque terapéutico está abordando adecuadamente sus necesidades y preocupaciones. Así como establecer metas más realistas o identificar nuevas formas de aumentar la motivación y el compromiso con la terapia.
    4.  Ayudar al paciente a valorar los beneficios de continuar con la terapia: los psicólogos/as podemos ayudar a los pacientes a recordar los beneficios potenciales de continuar con la terapia, como el desarrollo de habilidades de afrontamiento, la mejora de las relaciones interpersonales, o la reducción de los síntomas de malestar emocional.

    Los errores más comunes del psicólogo/a que pueden llevar a que los pacientes abandonen la terapia incluyen:

    1. Falta de empatía: los pacientes necesitan sentirse comprendidos y apoyados por sus psicólogos. La falta de empatía puede hacer que los pacientes se sientan desconectados o no valorados, lo que puede llevar al abandono de la terapia.
    2. Falta de claridad en las expectativas: es importante que los psicólogos establezcamos expectativas claras desde el principio en términos de metas terapéuticas, duración del tratamiento y roles tanto del paciente como de nosotros/as como psicólogos/as. La falta de claridad en este sentido puede generar confusión o frustración en el paciente, lo que puede llevar al abandono de la terapia.
    3. Falta de habilidades de comunicación: la comunicación efectiva es fundamental en la relación terapéutica. Los psicólogos/as debemos ser capaces de escuchar activamente a nuestros pacientes, validar sus experiencias y proporcionar retroalimentación de manera clara y comprensible. La falta de habilidades de comunicación puede dificultar la construcción de una relación terapéutica sólida y afectar negativamente la efectividad de la terapia.
    4. Falta de flexibilidad en el enfoque terapéutico: cada paciente es único y puede responder de manera diferente a diferentes enfoques terapéuticos. Nosotros/as psicólogos/as debemos ser flexibles y adaptar nuestro enfoque según las necesidades del paciente. La falta de flexibilidad en este sentido puede hacer que los pacientes se sientan frustrados o no comprendidos.
    5. No abordar conflictos interpersonales: si surge un conflicto entre el paciente y el psicólogo o si el paciente experimenta dificultades en la relación terapéutica, es importante abordarlo de manera abierta y honesta. La falta de atención a los conflictos interpersonales puede hacer que los pacientes se sientan incómodos o resentidos, lo que puede llevar al abandono de la terapia.

    Al evitar estos errores comunes y trabajar en colaboración con los pacientes, los psicólogos/as podemos mejorar la efectividad de la terapia y reducir las tasas de abandono.

    Me siento presionado/a por mi psicólogo/a: no consigo hacer los cambios que me pide

    Presionar demasiado al paciente para el cambio sin trabajar primero en la preparación adecuada para este cambio puede ser contraproducente y llevar al abandono de la terapia. Cada individuo tiene su propio ritmo y proceso de cambio, y es importante que los psicólogos reconozcamos y respetemos este hecho.

    Presionar demasiado temprano puede generar resistencia y frustración por parte del paciente y hacer que se sienta abrumado o invalidado. Además, puede socavar la confianza en la relación terapéutica si el paciente percibe que sus necesidades y limitaciones no están siendo tomadas en cuenta.

    En lugar de presionar para el cambio de inmediato, los psicólogos/as podemos trabajar en colaboración con los pacientes para explorar sus metas, motivaciones y las barreras que enfrentan para el cambio. Esto puede implicar ayudar al paciente a desarrollar habilidades de afrontamiento, fortalecer la autoestima y la confianza en sí mismo, y construir un sentido de autoeficacia antes de abordar los cambios más significativos.

    La terapia centrada en el paciente con un enfoque integrador y basada en la aceptación incondicional del paciente puede ser especialmente útil en este sentido, ya que permite que el paciente avance a su propio ritmo y explore el cambio de manera gradual y respetuosa. Al honrar el proceso individual de cada paciente y trabajar en colaboración con ellos, los psicólogos/as podemos ayudar a crear un entorno terapéutico seguro y de apoyo que fomente el crecimiento y el cambio genuino a largo plazo.

     

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  • La influencia de la crianza en el desarrollo de la personalidad

    La crianza de los padres y cuidadores desempeña un papel fundamental en la formación del desarrollo emocional y social de un individuo. Desde una edad temprana, los niños son influenciados por los estilos parentales y las interacciones familiares, lo que puede moldear la forma en que perciben el mundo y desarrollan su personalidad. En este artículo, exploraremos la influencia de la crianza en el desarrollo de la personalidad y cómo los estilos parentales pueden tener efectos duraderos en la vida de una persona. Además, veremos cómo el asesoramiento psicológico puede ser beneficioso en momentos específicos de este proceso y en qué se diferencia de una terapia tradicional.

    La importancia de los primeros años de vida

    La crianza en los primeros años de vida son cruciales en el desarrollo de la personalidad de un individuo. Durante esta etapa, los niños dependen en gran medida de sus padres y cuidadores para satisfacer sus necesidades emocionales y físicas y están especialmente influenciados por la forma en que sus padres o cuidadores interactúan con ellos y entre ellos. Un ambiente cálido y afectuoso puede fomentar una sensación de seguridad y confianza en el niño, sentando las bases para una personalidad sana y equilibrada. Por otro lado, una crianza negligente o abusiva puede generar inseguridades y problemas de autoestima que pueden manifestarse en la vida adulta.

    Aquí hay algunas formas en que la crianza puede moldear la personalidad de un individuo y cómo los estilos parentales pueden afectar su crecimiento emocional y social:

    • Modelado de comportamientos: Los niños tienden a imitar el comportamiento de sus padres o cuidadores. Si los padres muestran comportamientos positivos y saludables, es más probable que los niños adopten esos comportamientos también. Por otro lado, si los padres muestran conductas negativas o poco saludables, los niños también pueden imitar esas conductas.
    • Formación de vínculos emocionales: La calidad de la relación entre padres e hijos puede influir en cómo los niños desarrollan y mantienen relaciones emocionales en el futuro. Si los padres brindan apoyo, afecto y seguridad emocional, los niños tienen más probabilidades de desarrollar relaciones seguras y saludables en su vida adulta. Por otro lado, la falta de apego seguro en la infancia puede llevar a dificultades en las relaciones en la edad adulta.
    • Autonomía y autoestima: La forma en que los padres alientan la autonomía y la toma de decisiones en sus hijos puede influir en su confianza y autoestima. Un enfoque que fomente la independencia y la toma de decisiones informadas puede ayudar a los niños a desarrollar una mayor confianza en sí mismos, mientras que un enfoque sobreprotector puede limitar su capacidad para enfrentar desafíos y tomar decisiones.
    • Habilidades sociales: Los padres que fomentan la empatía, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos pueden ayudar a sus hijos a desarrollar habilidades sociales más sólidas y relaciones más saludables con sus pares.
    • Regulación emocional: Los niños aprenden a regular sus emociones observando cómo sus padres les ayudan a regular sus emociones y cómo manejan las suyas propias. Si los padres muestran habilidades efectivas para manejar sus propias emociones y las del niño, es más probable que éste también desarrolle una capacidad adecuada para la autorregulación emocional.

    Los estilos parentales y sus efectos

    Los estilos parentales se refieren a las actitudes y comportamientos de los padres hacia sus hijos. Los estilos parentales pueden tener un impacto significativo en el crecimiento emocional y social de los niños, además, juegan un papel crucial en la forma en que los niños experimentan el mundo y desarrollan su personalidad. 

    Diversos estudios dividen los estilos parentales en cuatro categorías principales: autoritario, permisivo, negligente y democrático. Cada estilo tiene un patrón de conducta por parte de los padres y un impacto diferente en el desarrollo emocional y social de los niños. 

              1. Estilo autoritario: Los padres autoritarios tienden a ser muy exigentes y controladores, imponiendo reglas estrictas sin mucha flexibilidad y poca expresión de afecto. Suelen utilizar los gritos y las amenazas para que sus hijos les obedezcan. Esto puede llevar a que los niños se vuelvan temerosos o rebeldes, que tengan dificultades para expresar sus emociones, que desarrollen una obediencia ciega, careciendo de autonomía y con una autoestima más baja.

              Los padres autoritarios suelen utilizar frases como:

    • «Porque lo digo yo y punto.»
    • «No se cuestiona, sólo se obedece.»
    • «Si no lo haces exactamente como te digo, estarás castigado.»
    • «No quiero excusas, hazlo y ya está.»
    • «No quiero escucharte, la decisión está tomada, yo sé lo que es mejor para ti.»

     

              2. Estilo permisivo: Los padres permisivos son indulgentes y evitan establecer límites claros. Adoptan una postura complaciente y permiten que los niños tomen sus propias decisiones, ofreciendo muy poca estructura. Los niños criados en este estilo pueden tener dificultades para establecer límites ellos mismos y pueden experimentar problemas de comportamiento, no respetándose a sí mismos ni a los demás, resultando en niños con falta de autorregulación y responsabilidad.

              Los padres permisivos suelen utilizar frases como:

    • «Haz lo que quieras, mientras estés feliz.»
    • «No pasa nada si no haces tus tareas, ya las terminarás después.»
    • «Si no quieres comer verduras, no tienes por qué hacerlo.»
    • «Eres libre de quedarte despierto hasta tarde, pero trata de no dormir en clase.»

     

              3. Estilo negligente: Los padres negligentes muestran falta de atención hacia el niño y descargan su educación en otras figuras como los abuelos o los profesores. Suelen estar ausentes emocionalmente y no satisfacer las necesidades básicas de sus hijos. Esto puede dar lugar a una sensación de abandono y afectar negativamente la autoestima, el desarrollo emocional del niño y la confianza en sí mismo y en los demás, generando dificultades para establecer relaciones cercanas.

              Los padres negligentes suelen utilizar frases como:

    • ¡No me molestes! ¡Vete a tu habitación!
    • Ahora no tengo tiempo, estoy muy ocupado. 
    • ¡Este profesor es tonto, no sabe lo que dice!
    • Ya tienes edad para quedarte solo en casa.

     

              4. Estilo democrático: Los padres con el estilo democrático equilibran la exigencia con el apoyo emocional. Fomentan la autonomía, la toma de decisiones, la comunicación abierta y afectuosa, mientras establecen límites claros y brindan apoyo afectivo. Este estilo tiende a promover el desarrollo de niños emocionalmente saludables, socialmente competentes y con una mayor autoestima.

              Los padres democráticos suelen utilizar frases como:

    • «Entiendo que te sientas frustrado, ¿quieres que lo hablemos?.»
    • «¿Te parece que busquemos una solución que funcione para todos?»
    • «Comprendo que no te guste, pero también hay reglas que debemos seguir.»
    • «Tus opiniones son importantes para mí, pero necesitamos encontrar un equilibrio.»
    • «Te apoyo y te quiero, pero también necesitas asumir responsabilidad por tus acciones.»

     

    Característica de los hijos en cada estilo parental

    Es importante tener en cuenta que las características de los hijos pueden variar significativamente debido a múltiples factores, incluyendo la personalidad innata del niño, su temperamento, el ambiente social y cultural, y las experiencias vividas fuera del hogar. Sin embargo, hay tendencias generales asociadas con cada estilo parental. A continuación, se presentan algunas características que se pueden observar en los hijos de cada estilo parental:

          Hijos de padres con estilo autoritario:

    • Tendencia a la obediencia ciega, sea cual sea la regla impuesta por sus padres.
    • Tienden a ser menos propensos a cuestionar la autoridad y tener dificultades para tomar decisiones independientes.
    • Pueden sentirse más ansiosos o temerosos ante la posibilidad de cometer errores o enfrentar consecuencias negativas.
    • Es posible que tengan dificultades para expresar sus propias opiniones y emociones, ya que pueden temer la desaprobación o el castigo.

     

          Hijos de padres con estilo permisivo:

    • Pueden ser más independientes y autónomos, ya que se les ha permitido tomar decisiones desde una edad temprana.
    • Tendencia a buscar gratificación inmediata y tener dificultades para manejar la frustración o la demora en la satisfacción de sus deseos.
    • Pueden tener menos disciplina y autorregulación en ciertos aspectos de sus vidas.
    • Pueden tener problemas en el ámbito académico debido a la falta de estructura y límites claros.

     

          Hijos de padres con estilo negligente:

    • Pueden tener una baja autoestima y sentirse desatendidos emocionalmente.
    • Podrían mostrar dificultades para establecer relaciones cercanas y confiar en los demás.
    • Tendencia a buscar atención y afecto fuera del hogar, lo que puede llevar a comportamientos rebeldes o de búsqueda de estímulos.
    • Pueden tener dificultades en la escuela y en otros ámbitos de la vida debido a la falta de guía y apoyo.

     

          Hijos de padres con estilo democrático:

    • Tienden a tener una mayor autoestima y confianza en sí mismos, ya que han experimentado un equilibrio entre el apoyo afectivo y los límites claros.
    • Son más propensos a ser socialmente competentes y tener habilidades para resolver conflictos de manera constructiva.
    • Tendencia a ser más responsables y mostrar una mayor autorregulación en sus comportamientos.
    • Son más propensos a desarrollar relaciones emocionalmente seguras y saludables con los demás.

     

    La importancia del afecto y la comunicación

     El afecto y la comunicación son componentes clave en la crianza que pueden influir en el desarrollo de la personalidad. El cariño y la atención de los padres proporcionan una base segura desde la cual los niños pueden explorar el mundo y desarrollar habilidades sociales. Una comunicación abierta y empática entre padres e hijos fomenta la expresión emocional y el desarrollo de habilidades de resolución de problemas.

     

    Beneficios del asesoramiento psicológico en momentos específicos de la crianza

    El proceso de crianza puede presentar desafíos únicos y momentos de dificultad para los padres. El asesoramiento psicológico puede ser especialmente beneficioso en momentos de transición, como la llegada de un nuevo hijo, la adolescencia o enfrentar conflictos familiares. Los padres pueden aprender estrategias para mejorar la comunicación, establecer límites saludables y abordar conflictos familiares de manera constructiva.

    Diferencias entre asesoramiento psicológico y terapia psicológica

    Aunque el asesoramiento psicológico y la terapia comparten similitudes en términos de proporcionar apoyo emocional y herramientas para el crecimiento personal, existen diferencias importantes. El asesoramiento psicológico suele enfocarse en situaciones específicas y se centra en brindar orientación y pautas para enfrentar desafíos particulares en la crianza. Por otro lado, la terapia psicológica es más profunda y aborda temas más amplios relacionados con la salud mental y el bienestar emocional. Ambos enfoques pueden ser valiosos y complementarios en el proceso de crianza.

    Es importante destacar que cada individuo es único y la influencia de la crianza y los estilos parentales puede variar según otros factores contextuales y genéticos. Sin embargo, en general, la crianza afectuosa, receptiva y equilibrada tiende a tener un impacto positivo en el crecimiento emocional y social de los niños, ayudándolos a desarrollar una personalidad saludable y relaciones sólidas en su vida adulta. 

    Los estilos parentales y la calidad de la comunicación afectan significativamente la forma en que los niños perciben el mundo y desarrollan su identidad. El asesoramiento psicológico es una herramienta valiosa para brindar apoyo y orientación a los padres en momentos específicos de la crianza, ayudando en el desarrollo de una crianza más saludable y una relación más positiva entre padres e hijos.

Verónica Garbajosa

Psicóloga General Sanitaria - M-34772

Especialidad

Dificultades emocionales, trastornos alimentarios, procesos de duelo, trastornos adaptativos, autoestima, trastornos del estado de ánimo, terapia de pareja, terapia de familia.

Atiende a

Adolescentes, adultos, parejas.

Escrito por Verónica

Sobre Verónica

Licenciada en psicología por la Universidad Complutense de Madrid.

Mi trayectoria profesional comenzó acompañando a personas con diversidad funcional y a sus familias en los diferentes procesos de cambio.

Durante el desarrollo de mi profesión no he dejado de formarme para poder ofrecer a las personas que acompaño tratamientos adaptados, haciendo del espacio terapéutico un lugar seguro desde donde se puedan hacer cambios, con una perspectiva integradora donde prima el cuidado, pero con un conocimiento técnico de los procesos psicológicos y una base teórica sólida. En este camino he realizado un máster de Terapia Cognitivo-Conductual, un máster de Psicoterapia Emocional Sistémica, para recibir la acreditación he completado diferentes expertos: terapia de pareja, terapia infantojuvenil, terapia de adultos y familia. Me especialicé en acompañamiento a personas en procesos de duelo y soy experta en TCA.

Mi profesión me ha permitido ser testigo de cambios y transformaciones personales importantes y a ver las crisis como oportunidades de cambio y crecimiento. Me sigue impresionando la capacidad de adaptación que tiene el ser humano y de su resiliencia.